El último capítulo del manga de Naruto nos trajo momentos extraños, algunas
revelaciones y sobre todo, el regreso de unos personajes muy importantes que habían quedado relegados en las últimas
escenas.
Las primeras páginas del manga continúan la escena que quedó inconclusa en
el capítulo anterior. Orochimaru, junto a Karin y Suigetsu, encuentran a
Tsunade partida en dos y siendo atendida por una parte de Katsuyu, al igual que
los otros kages. El viejo sannin le pide a Karin que se deje morder por Tsunade, que al perder gran
cantidad de chackra, ha retomado su aspecto senil. A regañadientes, la joven pelirroja acepta que
la hokage absorba su chackra. Gracias a
esto, más la ayuda de Suigetsu, Tsunade logra juntar las dos partes de su
cuerpo y retoma además su apariencia juvenil. Ya recuperada, se sorprende de
ver a Orochimaru y cuestiona sus motivos. El sannin le responde que ahora su nueva
motivación es observar los ‘nuevos aires’, que según él, serán traidos por
Sasuke. Orochimaru parece haber cambiado. Tsunade se lamenta, diciendo que si
él hubiera cambiado antes, quizás Jiraiya no hubiera muerto, a lo que Orochimaru
responde que de ser así, quien no hubiese cambiado hubiese sido el mismo
Jiraiya. Orochimaru le aconseja a Tsunade que se concentre en la recuperación
de los kages, mientras él desaparece de la escena junto a sus dos súbditos.
De vuelta en el campo de batalla, Sakura observa con cierta tristeza a
Sasuke, que está decidido a quemar al Juubi hasta las últimas cenizas, sin importarle
los demás que Bijuus (aunque aparentemente el Juubi lográ liberarse). Sai le
pregunta a Sakura si realmente puede confiar en ‘el nuevo Sasuke’. La discípula
de Tsunade responde que está feliz de que su Sasuke esté de vuelta, pero el ex
miembro de la raíz de Anbu puede ver que la sonrisa en el rostro de su
compañera es falsa. A la distancia, Shikamaru observa la escena con suspicacia.
Por otro lado, los kages logran recuperarse y están por partir hacia el
campo de batalla, mientras que una última página nos muestra a Kakashi y Obito,
atravesándose mutuamente con sus técnicas.
Un episodio con bastante información, que podría ser el preludio a algo más
grande. Algunas escenas fueron raras, como la discusión entre Orochimaru, Karin
y Suigetsu, pero le dio algo de frescura al capítulo. Lo que se viene parece
estar muy bueno. Calificación del capítulo: 3.5/5
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