Muchas cosas
están pasando en Dressrosa y Green Bit. Las cosas no son lo que parecen y
pronto la alianza pirata de Law y los Mugiwara se verá amenazada por dos
grandes poderes.
Oda nos trajo esta semana un capítulo lleno de misterios y situaciones un
poco confusas, pero con un final emocionante.
El capítulo inicia con Robin atada en el suelo (al estilo de ‘Los viajes
de Gulliver’) por los gnomos, que resultaron ser los mismos que las supuestas
hadas que robaban cosas de los ciudadanos de Dressrosa. Estos gnomos tienen un
líder, llamado Leo, que aparentemente tiene el poder de una Akuma no mi, la
cual le permite atar a las personas en el suelo. Los gnomos empiezan a buscar
armas por todo su cuerpo, pensando que se trata de una gigante maligna que
además tiene la magia de hacer aparecer varias manos. Robin se defiende
diciendo que no es su enemiga, que sólo atrapó a uno de ellos por curiosidad, e
increíblemente, los gnomos le creen enseguida y deciden soltarla. Aún así,
Robin debe entregarles sus armas, aunque la arqueóloga insiste en que no tiene
ninguna en su poder. Los gnomos se lamentan diciendo que no tienen otra opción
más que desnudarla, pero entonces uno de los gnomos se opone y dice que no
pueden hacerle nada, ya que se trata de la amiga del ‘gran héroe’. Robin se da
cuenta que dicho héroe no es otro sino Usopp, que con sus mentiras ha logrado
engañar a los ilusos gnomos, que creen todo lo que uno les dice.
Por otro lado, vemos a Zoro corriendo junto a una pequeña gnomo de
nombre Wicca, quien fue la que tomó las preciadas katanas del espadachín. Wicca
le advierte a Zoro de que la familia Donquixote pretende atacar el barco de los
mugiwara, por lo que el de pelo verde
decide acudir de inmediato en ayuda de sus amigos. Pero , siendo Zoro lo despistado que es, no es
capaz de encontrar el camino. Wicca promete ayudarlo si primero Zoro la
acompaña a un misterioso jardín. El
espadachín no tiene otra opción más que aceptar sus condiciones, ya que es
incapaz de llegar al Sunny Go él solo.
La escena luego
se cambia a las afueras del coliseo. Ahí, vemos a Franky corriendo junto al
soldado, que quiere llevarlo a un jardín (seguro al mismo donde va Zoro). Ambos
son observados desde lejos por Rebecca, quien entre lágrimas le promete al
muñeco que ganará la Mera Mera no mi y así podrán estar juntos los dos.
Las últimas
páginas del manga nos llevan de nuevo a las costas de Green Bit, donde Law se
prepara para hacer el intercambio con Doflamingo. De pronto, el Shichibukai
recibe una llamada de Sanji, quien le advierte que huya de la isla, ya que
Doflamingo no ha renunciado a su cargo de Shichibukai y por lo tanto todo es
una trampa. “Estúpido… no hay tiempo”, exclama Law, alterado, ya que Doflamingo
está a punto de llegar a la isla. Pero no sólo él, sino que, en otra parte, los
marines, que han desembarcado en Green Bit, se dirigen también a la playa donde
se encuentra Law. ¿Podrá salvarse el Shichibukai de semejante problema?
Un final de
infarto que nos deja a todos pegadísimos con la historia. Lamentablemente, la
próxima semana no habrá capítulo, por lo que tendremos que esperar dos semanas
para enterarnos de cómo se resolverá todo este problema. Resulta increíble que
el astuto de Law haya sido superado en inteligencia por Doflamingo. ¿Será que
el doctor realmente no tenía esto previsto, o está ocultando algún tipo de
misterio o trampa? En dos semanas nos enteraremos.
Calificación del
capítulo: 3.5/5 Si quieres leer One Piece 711 en español, haz click aquí.
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